Испанский язык в контексте диалога культур: исследования и преподавание
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^ ИСПАНСКОГО ЯЗЫКА НА КУБЕ.
ИНДЕЙСКИЙ СУБСТРАТ
M. ARZUAGA GUERRA (MOSCÚ, RUSIA)
BREVÍSIMA INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO
DEL ESPAÑOL HABLADO EN CUBA.
EL SUSTRATO INDÍGENA
El análisis de la evolución de una lengua en un país significa un estudio profundo que es imposible exponer en cortas líneas. Por eso, con este trabajo no nos hemos propuesto abarcar lo inabarcable, sino hacer un brevísimo esbozo de uno de los aspectos del español en Cuba: el sustrato indígena.
Esteban Pichardo1 a principios del siglo XIX publica en Matanzas su obra pionera el Diccionario Provincial de Vozes Cubanas. Ha de notarse que en esta época el estudio del español de América Latina contaba tan solo con las narraciones de los cronistas y unos escasos datos sobre la gramática y vocabularios de las lenguas indígenas. Es a partir de entonces que en Cuba y en toda América Latina aparecen otros diccionarios, tesauros, etc, en los que están representadas ampliamente las voces indígenas.
Más tarde Henríquez Ureña se dio a la tarea de realizar la división areal del español de América Latina, basado en la influencia sustrática de las lenguas indígenas. En esta clasificación Cuba se encuentra en la zona de sustrato caribe y arahucano, donde está todo el caribe hispano y Venezuela2.
El español de Cuba y el Caribe hispano tuvo una evolución histórica particular si la comparamos con los países de la América Continental. En esta región aún vive una población indígena numerosa que conserva sus costumbres y lengua. Esas lenguas de cierta manera han servido de sustrato al español que hoy se habla allí. En el caso de Cuba: ¿se puede hablar de un sustrato indígena en el español de la Isla?
Ese es uno de los temas de debate milenarios entre los lingüistas cubanos. Juan Ignacio de Armas3, injustamente desestimado estudioso del español en Cuba escribe: “Las tribus antillanas perecieron gradualmente, poco después de la conquista, i con ellas fueron pereciendo unas tras otras, las lenguas que hablaban, sin dejar ninguna huella auténtica de su existencia; a la inversa de lo ocurrido con las razas, más fuertes i civilizadas, del continente, que por haber subsistido han conservado sus idiomas, i han hecho sentir su influencia en el lenguaje criollo i hasta en la misma lengua castellana”4.
Por el contrario Levi Marrero dice: “Es imposible que haya desaparecido completamente la población aborigen (a mediados del siglo XVI durante la formación de la koiné – N.A), pues entonces, ¿cómo se puede explicar la subsistencia en la toponimia cubana de tantos nombres de origen indudablemente indígena?” Y concluye: “... Sólo el mestizaje y la supervivencia, aunque limitadísima, de los aborígenes puede explicar tal huella”5.
Otra prueba de la existencia de sustrato indígena en el español de Cuba, según dicen6, es que en la Isla existe una marcada diferencia de esquemas de entonación entre la zona oriental (el denominado “cantico oriental”), especialmente en Santiago de Cuba, donde se concentraba la mayor población india, y el resto del país.
Hagamos un somero análisis histórico que nos permita dar nuestro humilde parecer acerca de este tema.
Los datos sobre la población aborigen cubana antes de la llegada de los conquistadores aun hoy se desconocen. Solo hay cifras muy aproximadas. Según datos del investigador Juan Pérez de la Riva, citado por Eduard Alexandrénkov7, a comienzos del siglo XVI la isla de Cuba estaba habitada por unas 100 000 personas, de las cuales la mitad vivía en la región oriental. De su lengua se sabe muy poco. Solo que era “de muy dulce conversación”, según escribió Colón en su diario.
Cuando llegaron los conquistadores, los indios se refugiaron en los montes y se atrincheraron en lugares que los españoles llamaron palenques, como los palenques tras los cuales peleaban los caballeros de la Edad Media; y a los indios fugitivos, se les llamó cimarrones, que era el nombre que le daban en los barcos a los marineros holgazanes.
En muy poco tiempo los conquistadores aplastan la débil resistencia de unos indios mal armados, que se defendían con arcos y flechas, descabezan al cacique Hatuey, símbolo de la rebeldía, y convierten a todos los indios en esclavos. A otros los hacen ladinos, eso es, latino, instruido, conocedor de la lengua de sus amos; y servían de traductores. Al que no aprendía la lengua por no querer o falta de dotes se le llamaba chontal, o sea tosco y grosero.
Como dicen los historiadores, la exterminación de la población indígena en Iberoamérica durante poco más de siglo y medio, es una de las grandes catástrofes demográficas de la historia de la Humanidad.
Este episodio de la historia cubana no despierta la menor duda entre los investigadores. Lo que se discute es si los indios lograron transmitir su legado lingüístico antes de ser exterminados.
Nos inclinamos a pensar que no. Y nuestros argumentos son los siguientes:
En Cuba no hubo evangelización como en otras regiones del Nuevo Mundo a causa del rápido exterminio de los indígenas.
La colonización del Nuevo Mundo suponía la cristianización de los indígenas. La Iglesia muy pronto comprendió que no podía realizar la evangelización en español y decidió utilizar las principales lenguas indígenas como instrumento para cumplir su misión religiosa. Y esta política fue apoyada por la Corona durante los siglos XVI y XVII.
Como resultado se produjo la enorme extensión de algunas lenguas indígenas, por una parte, y mantuvo a la población indígena al margen del español, por otra, pues en sus contactos con los misioneros los indios utilizaban sus lenguas, y no el español.
Aunque a finales del siglo XVII y principios del XVIII la postura de la iglesia y de la Corona cambian radicalmente, al pretender que todos los indígenas aprendiesen el español y abandonasen sus lenguas, la situación no cambió mucho ya que no había suficientes escuelas y maestros que enseñaran el español, y aunque las lenguas indígenas perdieron el prestigio de antes, continuaron y continúan subsistiendo hasta hoy día.
En Cuba, los pocos sobrevivientes de la matanza conquistadora, en su mayoría mestizados, aspiraban a aprender el español para integrarse en una sociedad ajena, hostil, en la que ellos tenían que superar la enajenación. El axioma era que mientras ellos se alejaban más de las tradiciones, cultura y lengua india, parecía que más cerca estaban de lograr el reconocimiento de la sociedad.
El predominio de hombres, tanto entre los europeos como los africanos que llegan a Cuba, acelera el proceso de mestizaje racial y cultural.
A pesar de que se habían repetido las reales cédulas para que tanto de la Española como de Castilla fuesen a Cuba a reunirse a sus maridos y a sus padres las mujeres y los hijos de los expedicionarios, entre los marineros y demás personal europeo predominaba el sexo masculino, lo que contribuyó al mestizaje. De África traían sobre todo hombres que pudieran realizar los trabajos más duros.
De la unión del negro con la india, nació el zambo, rápidamente mestizado y absorbido por la restante población, y del cruce de blanco con negra, el mulato, palabra, con una carga peyorativa, derivada de mulo (híbrido).
De la manera de hablar de esos criollos Pichardo dice: “las gentes de letras, que escriben correctamente, aun cuando se esmeren en perfeccionar su pronunciación en sus mayores años, al fin se cansan hablando con un trabajo y afectación que les hace volver a la locución aguachinangada. Yo, por mí, debo confesar que en las conversaciones, no mui familiares, empiezo cuidadosamente distinguiendo la C y Z, la Ll de la Y, la V de B; mas a poco, todo se me olvida y adiós prosodia...”8.
A modo de conclusión, podemos decir que las lenguas indígenas casi exclusivamente se asentaron en la toponimia y sustantivos que designan la flora y la fauna. Por ejemplo, en la toponimia cubana encontramos las palabras: Ariguanabo, Banes, Bayamo, Bayate, Baragua, Baracoa, Camarioca, Cuyaguateje, Cacocum, Caneyes, Cumanayagua, Cabaiguán, Escambray, Guara, Guanajay, Guamá, Guayacán, Guáimaro, Guantánamo, Guaynabón, Guane, Guaniguanico, Hanabana, Iguanabana, Imias, Jagüey, Jaruco, Jibacoa, Jagua, Jicotea, juragua, Jiguaní, Jatibonico, Jobabo, Jibacoa, Jimaguayú, Marién, Managua, Mayarí, Manicaragua, Sibanicú, Sigua, Yara, Zaza, etc
En cuanto a los restos de la población indígena cabe decir que en Baracoa, una pequeña ciudad de la región oriental, muchos habitantes por su aspecto físico nos recuerdan a los indios que antes vivían en Cuba. La conservación de algunos rasgos físicos indígenas tendrá que ver con la situación geográfica de esa ciudad, aislada del resto del país (sobre todo, antes de 1959), muy intrincada, cercada por el mar y las montañas.
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^ АРУС ИТА Х. (МАДРИД, ИСПАНИЯ)
ТИПОЛОГИЯ ПРОЦЕССОВ ПЕРЕМЕЩЕНИЯ
В ИСПАНСКОМ ЯЗЫКЕ
J. ARÚS HITA (MADRID, ESPAÑA)
TIPOLOGÍA DE PROCESOS DE
DESPLAZAMIENTO EN ESPAÑOL
La semántica y la léxico-gramática del movimiento son aspectos ampliamente estudiados tanto a un nivel lingüístico general como en estudios tipológicos de lenguas específicas. Tal vez lo que haga de este área un objeto de estudio tan atractivo sea la dificultad que, como explica Pinker (3, 184-185), tiene el lenguaje humano para representar cuestiones espaciales con exactitud. Baste pensar lo ambigua que es en español una preposición como en, que puede indicar ubicación en un espacio cerrado (p.e. en el cajón), en posición superior (p.e. en la mesa), ubicación a gran escala (p.e. en Madrid), etc.
No es este, sin embargo, un trabajo sobre preposiciones sino sobre verbos que realizan procesos de movimiento y, en concreto, procesos de desplazamiento. Yuko Morimoto (2001) identifica una serie de diferencias entre los distintos subgrupos de verbos que se pueden encontrar dentro de la etiqueta más general de verbos de ‘movimiento’. Uno de estos subgrupos es precisamente el de ‘desplazamiento’, compuesto de verbos que aluden no a procesos de movimiento, literal o figurado, en un cuerpo u objeto, como pueda ser (1), sino en el espacio, como en el ejemplo (2). También quedan descartados en este estudio los procesos con verbos que indican posición espacial, como (3), o causación del desplazamiento, como (4)
(1) ^ Harrison se arrodilló ante ella
(2) La burbuja de aire del nivel se desplaza a la derecha o a la izquierda
(3) La mujer yacía en la cocina
(4) Le cortaron la cabeza y luego la trajeron a Quito para mostrarla
La clasificación de verbos de desplazamiento en español que aquí propongo, inspirada en las realizadas para el Japonés por Tatuo Miyazima (1994) y Kazuhiro Teruya (1998), forma parte de un proyecto más amplio de descripción tipológica del español dentro del marco de la Lingüística Sistémica Funcional, donde las lenguas se describen como potenciales de significado con opciones dependientes de diversos sistemas. Los hablantes hacemos selecciones entre esas opciones cada vez que incurrimos en actos de habla. En esta descripción de verbos de desplazamiento se recogen, por lo tanto, las diversas opciones disponibles en la lengua española en este área de la léxico-gramática, y permite apreciar todos aquellos significados que se encuentran lexicalizados.
Por cuestiones de espacio, estas páginas no incluyen la tabla con la clasificación propuesta. En su lugar voy a hacer un recorrido por las diversas divisiones de dicha clasificación, ilustrándolas con ejemplos y comentando los aspectos más relevantes. Los numerosos ejemplos de esta descripción – como en el caso de (1-4) más arriba – proceden del Corpus de Referencia del Español Actual (CREA) de la Real Academia Española (RAE).
En primer lugar, y a un nivel general, se puede establecer un contraste entre lo que podemos llamar la expresión del desplazamiento ‘por defecto’, es decir sin ningún tipo de significado añadido, como es el caso del ejemplo (5), que contrasta con el ejemplo (4), visto arriba, donde el carácter técnico del proceso requiere el uso de un verbo algo más formal que el trillado moverse, como es desplazarse.
(5) un lince se mueve, a lo mejor, en dos hectáreas
Por su parte, entre los verbos que expresan al propósito del desplazamiento, como escapar y huir, existe una diferencia en términos de la posibilidad de admitir un Beneficiario del proceso (un Objeto Indirecto, a nivel sintáctico). Así, mientras que el primero puede realizarse en procesos con Beneficiario o sin él (6a y 6b, respectivamente), el segundo se realiza prototípicamente sin dicho Beneficiario, como queda ilustrado en (7).
(6a) este hombre se me ha escapado
(6b) Las vacas del pueblo ya se han escapado (no procedente del CREA)
(7) habían huido de los combates
Existe una serie de procesos de desplazamiento que se pueden encuadrar bajo el epígrafe general de ‘Fase’. Por ‘Fase’ se entiende la inclusión de aquellos significados que aludan a cuestiones, por ejemplo, de comienzo, continuidad o final de un proceso. En esta clasificación, ‘Fase’ se subdivide en ‘Comienzo’, ‘Obstáculo’, ‘Insistencia’, ‘Final’ y ‘Totalidad’, cada una de ellas con sus propias subdivisiones. Por ejemplo, la ‘Fase: Obstáculo’ tiene, como una de sus opciones, ‘Altura’, típicamente realizada por el verbo saltar. Pues bien, un vistazo al corpus de ejemplos nos muestra que la expresión de la altura como obstáculo puede ser algo real, como en (8), o algo figurado, como en (9), donde los límites de la pista vienen a representar el obstáculo que ha de franquearse. La misma posibilidad de expresar la ‘Fase’ como algo figurado se encuentra en ‘Fase: Totalidad’, como se observa al comparar el literal (10) con el figurado (11).
(8) he saltado varias veces 5’80 en los entrenamientos
(9) el base titular... no había saltado a la pista en los tres últimos partidos
(10) La muestra ha recorrido distintas ciudades
(11) parece que ha recorrido un camino artístico
Un tipo de desplazamiento particularmente interesante de estudiar es el que incluye la noción de ‘manera’, dividida a su vez en ‘sin ayuda’, ‘con ayuda’ y ‘general’, con diversas especificaciones dentro de cada una de estas tres categorías. Lo que hace especialmente atractiva a la expresión de la manera del movimiento es que Leo Talmy, en su clásico estudio de 1985, aludió a que lenguas como el español, a diferencia de lenguas como el inglés, no suelen lexicalizar la expresión de la manera del desplazamiento sino que lo suelen expresar circunstancialmente (ir andando a en lugar de andar a, por ejemplo). El escrutinio del corpus, sin embargo, revela que el español lexicaliza la expresión de la manera tal vez más de lo que anticipó Talmy. Basta un vistazo a los ejemplos (12-14), el último de ellos con significado figurado, para percatarse de ello. En otras ocasiones, como se ve en (15, 16), existe la posibilidad de lexicalizar la manera con el verbo o expresarla fuera del Grupo Verbal.
(12) la criatura ya gateaba bien
(13) el Empecinado, vadeando el Tajo...
(14) las manos de él bucearon bajo la blusa de ella
(15) El escritor se apresuró a terminar la novela
(16) los vecinos de Ansoáin se dieron prisa en acudir al templo
En ocasiones, el contraste de ejemplos revela lo difícil que resulta establecer diferencias semánticas. Así, dentro de la última gran categoría general del desplazamiento, ‘Dirección’, se encuentra el apartado de ‘Vertical: Hacia arriba’, en el que el verbo por antonomasia es subir. Sin embargo, la comparación de los ejemplos (17) y (18) invita a hilar más fino en la división, pues (18) parece hacer mayor hincapié en la evolución del proceso que (17).
(17) tras un breve descanso subirán al escenario los miembros...
(18) presumiblemente subirán con un landó por la calle...
Es curioso cómo, en ocasiones, la realización figurada de un proceso parece ilustrar mejor que la literal el auténtico significado de un verbo. Así ocurre con la expresión del significado de ‘Dirección: Dentro y Fuera: Profundo/Misterioso’ en el ejemplo literal (19) y el figurado (20).
(19) el tren se adentró en el oscuro túnel
(20) se adentró en su propia alma
El último fenómeno en el que nos vamos a centrar es el de la des-lexicalización, por el cual (en este caso) un verbo de desplazamiento pierde en mayor o menor medida un significado que estaba lexicalizado junto con el general de desplazamiento. Así, dentro de la ‘Dirección: Vertical’, este significado tiende a sentirse como ausente en los verbos subir y bajar, que en teoría lo incluyen, de manera que el hablante suele repetirlo fuera del Grupo Verbal, como se observa en (21) y (22) con arriba y abajo, respectivamente. Lo mismo ocurre, como se ve en (23), con el significado de ‘Dirección: General: Hacia el hablante’ en el verbo venir, que no debería en principio necesitar del adverbio aquí.
(21) ^ Ahora mismo subes arriba, preparas la maleta...
(22) Sí, pero bajan abajo para...
(23) yo no quiero que vengan aquí
La des-lexicalización tiene a veces como resultado que se dejan de emplear verbos más específicos, y apropiados a un contexto dado, y se abusa de verbos con un significado general que sirve para todo, como sucede con ir en (24) y (25), donde tal vez acudir y viajar/volar serían variantes más sabrosas. Ha de observarse, sin embargo, que la des-lexicalización puede tener en ocasiones motivaciones de orden estilístico – como en (26), donde se evita la repetición del verbo subir – o de la propia dinámica sintáctica de la oración. En (27), por ejemplo, se puede defender que la realización existente es menos pesada que que el tiempo retroceda y avance.
(24) si nos llaman, ya no iremos a más reuniones
(25) después de Palma iremos a Galicia
(26) Así que se fueron para arriba como si subiesen...
(27) puedes hacer que el tiempo vaya hacia atrás y hacia delante
En conclusión, podemos decir que – aparte de una serie de patrones gramaticales como pueda ser la tendencia a presentar el orden SV dado que el Sujeto tiende a ser animado y/o volitivo – el escrutinio del área del desplazamiento en la léxico-gramática del español permite observar que dicho desplazamiento suele lexicalizarse junto con otra serie de significados que vienen a enriquecer el potencial semántico del proceso (principalmente ‘Fase’, ‘Manera’ y ‘Dirección’).
Por último, se ha observado que existe una tendencia a la des-lexicalización de determinados procesos, sobre todo de ‘Dirección’, que a veces, sin embargo, se encuentra justificada por criterios discursivos.
LITERATURA
1. Miyazima, Tatuo (1994) Goiron Kenkyuu (Studio de Lexemas). Tokyo: Mugi Publishers.
2. Morimoto, Yuko (2001) Los Verbos de Movimiento. Madrid: Visor.
3. Pinker, Steven (2007) The Stuff of Thought. Language as a Window into Human Nature. Nueva York: Viking.
4. Talmy, Leonard (1985) ‘Lexicalization patterns: Semantic structure in lexical forms. En Timothy Shopen (ed.) Language Typology and Syntactic Description, Vol. III: Grammatical Categories and the Lexicon. Cambridge: CUP.
5. Teruya, Kazuhiro (1998) An Exploration into the World of Experience: A Systemic-Functional Interpretation of the Grammar of Japanese. Tesis doctoral sin publicar. Macquarie University.
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^ АРХИПОВ И.О. (МОСКВА, РОССИЯ)
ЭТНО-КУЛЬТУРНЫЕ ОСОБЕННОСТИ
ИСПАНСКОГО ПУБЛИЦИСТИЧЕСКОГО ДИСКУРСА
I. ARJÍPOV (MOSCÚ, RUSIA)
PECULIARIDADES ÉTNICO-NACIONALES EN EL
^ DISCURSO PUBLICÍSTICO DE ESPAÑOL
El estilo publicístico se presenta como uno de los más vivos en la lengua española de hoy y goza de una fuente inagotable de recursos lingüísticos. El discurso publicístico no sirve solo para describir los hechos e informar al lector sino también refleja las opiniones, interpretaciones y evaluaciones personales, contiene comentarios y reflecciones del autor. Cada periodista tiene su propio estilo, por supuesto, pero además existe un estilo periodístico, características comunes que han de guardar los textos entre las cuales se puede destacar:
- análisis de los medios lingüísticos, laconismo de la exposición junto con una saturación informativa;
- selección de los medios lingüísticos con el fin de que sean precisas y comprensibles;
- “transformación” del material léxico de otros estilos para los fines del estilo publicístico;
- diversidad de géneros periodísticos lo que determina la diversidad del uso estilístico de los medios lingüísticos: polisemía, riqueza de los recursos de formación de palabras (neologismos del autor), léxico emocional;
- tendencia hacia el carácter metafórico y expresivo;
- inclinación a idear nuevos medios lingüísticos;
- clara expresión de la posición del autor;
- uso frecuente de las frases hechas.
El discurso publicístico, su estructura y características no presentan nada de nuevo para examinarlos. Lo que estamos analizando en este trabajo son las pecualiaridades características al discurso publicístico español desde el punto de vista de sus rasgos nacionales y culturales que se manifiestan a través de los medios léxicos, gramáticos y estilísticos. La preferente atención se pone en el uso de la palabra, en la riqueza de las relaciones semánticas que corresponden al discurso publicístico.
Hoy en día en la lingüística se considera indiscutible el hecho que ningún fenómeno de la lengua puede ser comprendido o descrito de manera adecuada sin contar con la situación en que se usa, es decir sin sus aspectos discursivos. Por eso actualmente el analisis discursivo pasa a ser uno de los aspectos princiales de la lingüística.
El discurso como otras esencias de la lengua (morfemas, palabras, oraciones) está organizado según las normas que se distinguen en cada idioma particular. Eso se condiciona por las diferencias culturales entre los representantes de distintos idiomas cuando escojan la información relevante y organicen el discurso.
El discurso y su estructuración pertenecen al área del habla. Si en la oración podemos distinguir dos aspectos – uno de la lengua (composición estructural) y otro del habla (enunciación) – es imposible hacerlo para el discurso porque su estructura es tan variada y pertenece sólo al funcionamiento de la lengua (y no a la estructura), es decir a la esfera del habla incluso cuando se trata de las formas fijas de los discursos de géneros determinados (correspondencia de negocios, documentación diplomática, patentes etc.). Pero es posible determinar los modelos del funcionamiento del discurso.
Cualquier idioma tiene sus propias tendencies de la aplicación de los medios sintácticos, gramaticales y en especial léxicos en el discurso. Conocer estas tendencias es necesario para dominar el habla auténtica, es decir el habla que emplea una persona para quien esta lengua sea materna, así como para realizar una traducción adecuada a otra lengua extranjera.
El caracter específico de la lengua auténtica se origina en la opción de una variante que sea ‘correcta’ de toda la diversidad de los medios sinónimos presentados por el sistema y la norma de la lengua en cuestión.
En el proceso del discurso el hablante selecciona los objetos que desea nominar y sus indicios, así como el tipo de relaciones que establece entre estos objetos. La selección del tipo de relaciones y de la estructura de la oración condiciona en mayor parte la selección de las unidades léxicas. En diferentes idiomas durante el nombramiento de las situaciones iguales la selección de las palabras y relaciones puede realizarse de manera diferente. Se puede persuadirse de eso al examinar los ejemplos de traducción de diferentes tipos del discurso.
Los métodos tanto para superar las discrepancias indicadas entre la lengua original y la lengua de traducción como para realizar una traducción adecuada consisten en la ampliación léxica así como en los comentarios del traductor cuyo volumen puede variarse de una palabra hasta varias oraciones en dependencia de la orientación referente al receptor de la traducción y su nivel de conocimiento del tema del texto que se traduce.
De este modo entre las particularidades del discurso publicístico español se puede distinguir en particular:
– las normas originales de la combinación léxico-semántica en comparación con la lengua rusa: la Revolución desarmada (segun la norma del habla rusa no se combina el adjetivo ‘desarmado’ con un sustantivo inanimado), apasionado debate político (en ruso el atributo ‘apasionado’ no se usa en una combinación parecida), el ministro saliente (se usa en un sentido figurado que no corresponde a la norma rusa), el tema estrella del día (en ruso el sustantivo ‘estrella’ no se usa como un atributo, para eso hay que utilizar el adjetivo), Osama Bin Laden y los otros máximos líderes de Al Qaeda (en esta oración el adjetivo ‘máximo’ no es regular para el ruso), hablar de forma pausada (el adjetivo ‘pausado’ no se usa en una combinación parecida en la lengua rusa).
– el uso del material léxico en un sentido figurado en el discurso publicístico lo que hace el texto más atractivo para el lector; es caracteristico sólo al español y no tiene equivalentes en ruso: la buena salud de una carrera; el ostracismo mediático al que se ve somitido el caso; el presidente cuyo evangelio político le hizo actuar; aquellas mieles duraron poco; Marruecos y el Sahara Occidental bailan cautelosos alrededor de un lógico acuerdo; la UE, experta en silencios.
– el carácter específico del registro estilístico de español cuando para describir una situación habitual se emplean conceptos filosóficos y terminología científica: las consecuencias de la política de Bush es un antagonismo popular; Al Qaeda es una aberración fundamentalista; bajo la teoría de Coca-Cola; en Europa existe la misma dicotomía…
– el uso de frases hechas y clichés politicos que pueden ser incomprensibles para los lectores extranjeros: la Carta Magna; los Veintisiete; juicio del 11-M; trío de las Azores.
– el carácter original de la formación de palabras: chavizar a la juvenud; ir indocumentado; el equipo capitaneado por; los más eurocépticos, con el Reino Unido y Polonia a la cabeza; más deslenguado que de costumbre; la política antiinflacionista; los estrangulamientos de nuestra economía.
– el uso frecuente de las realidades culturales cuyo sentido puede ser clave para la comprensión del texto: en la Moncloa no hay iniciativa; beca de movilidad; el Tesoro.
– el uso frecuente del léxico en ingles o latino, lo que a menudo dificulte la comprensión del texto: al frente del ranking; colocarse en el top 20; avanzar en la two state solution; biodiesel; los doctorados honoris causa.
Entonces el discurso publicístico español goza de un fondo léxico-fraseológico muy rico lo que justifica su importancia en el sistema estilístico de español. En este trabajo hemos tratado de presentar una característica general del discurso publicístico español y utilizando algunos ejemplos léxicos y estilísticos, tomados de la moderna prensa española (periodicos El País, El Mundo, ABC), demostrar sus rasgos originales y su peculiaridad, lo que hace de este tipo del discurso un sistema autóctono y mentras tanto complicado para un lector extranjero.
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^ АСТАХОВА Е.В. (МОСКВА, РОССИЯ)
РУССКИЙ МИР В ИСПАНСКОМ ПРОСТРАНСТВЕ –