Испанский язык в контексте диалога культур: исследования и преподавание

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Diccionario panhispánico de dudas)
Recién es un indicador de tiempo y muy usado para significar : ahora mismo
Acá está tu maleta, no allá.
Царева н.и. (москва, россия)
Шеминова н.в. (воронеж, россия)
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Volviendo al voseo, se oyen en el tiempo del futuro del indicativo variantes en Chile, en zonas rurales, como ser: hablarís, comerís, vivirís en vez de hablarás, comerás, vivirás.

En general, el voseo en Chile se oye entre los jóvenes y en el habla familiar; el tuteo queda reservado para la modalidad más formal. A diferencia del voseo argentino – como vemos en el ejemplo del futuro – en Chile se encuentra el voseo en todos los tiempos de verbos, siendo lo típico las terminaciones en -ís.

Perú es un país tuteante. En las zonas limítrofes con Chile y Bolivia convive el junto al vos. En Bolivia, el tuteo está reservado a la clase culta, mientras el voseo se conoce en las zonas rurales y en el habla urbana del pueblo.

En México, casi no se registra el voseo, excepto en Chiapas y Tabasco. (Para mayor detalle, véase el cuadro en el ^ Diccionario panhispánico de dudas).

El modo condicional no está afectado por el voseo, sin embargo, el Modo Imperativo:

España

Hispanoamérica

habla tú

habla tú hablá vos

hablad vosotros

hablen ustedes

Como vemos en el imperativo, la segunda del plural quedó sustituida por el ustedes. Eso también vale para las formas irregulares:

empezá vos, pedí vos, salí vos, decí vos, etc.

empiecen Uds., pidan Uds., salgan Uds., digan Uds., etc.

Si al imperativo hispanoamericano le agregamos pronombres, tenemos las siguientes formaciones:

decime (vos), decímelo, decíselo

variante española: dime (tú), dímelo, díselo

La forma negativa del modo imperativo es:

no hables, no digas (tú/vos), pero también se registra la variante popular;

no hablés, no digás, es decir, acentuando la última sílaba.

La forma negativa de la segunda persona del plural y válida para Hispanoamérica es:

no hablen Uds., no digan Uds.

en vez de no habléis, no digáis.

Si le agregamos pronombres : no se lo digan en vez de no se lo digáis.

Resumiendo, la pérdida del pronombre personal “vosotros” queda sustituido por la tercera persona del plural “ustedes” y es válido y reconocido para el castellano hispanoamericano. El voseo, por su parte, convive, con el tuteo, según el país y la clase social que hace uso del mismo.

Con respecto al empleo de los tiempos – como ya mencioné en el caso del pretérito indefinido – también hay una discrepancia en la concordacia temporal del subjuntivo. Por ejemplo, en Hispanoamérica se emplea el presente del modo subjuntivo cuando la oración principal está en pasado o condicional. Ejemplo:

María me pidió que venga. Correcto sería: María me pidió que viniera.

A María le gustaría que vayamos a su casa. Correcto sería: A María le gustaría que fuéramos a su casa.

Debe remarcarse dentro del sistema verbal, la siguiente perífrasis verbal:

acabar de + infinitivo, p.ej acabo de escribir una carta

que en Hispanoamérica se convierte en: recién escribí una carta.

^ Recién es un indicador de tiempo y muy usado para significar : ahora mismo.

En España «recién» (=hace poco) se utiliza como adverbio = recientemente, o bien, recién + participio, p.ej. recién terminado, recién llegado. El recién va antepuesto al participio.

Otras perífrasis que cambian en Hispanoamérica son:

a) Ponerse a + infinitivo, p.ej. Se puso a llorar (España) por
Largarse a + infinitivo Se largó a llorar

b) Volver a + infinitivo, p.ej.: Volvió a llover (España) por
Vuelta a + infinitivo Vuelta a llover

Según los países hay otras variantes locales de perífrasis verbales.

Pronombres posesivos

La pérdida del vosotros repercute consecuentemente en el pronombre posesivo “vuestro/a/os/as” que también cayó en desuso, sustituyéndose por usted/ustedes. Por lo tanto, en Hispanoamérica no se dice:

El coche vuestro ha sido más caro que el nuestro.

sino El coche de ustedes ha sido más caro que el nuestro/ o el de nosotros.

El cambio arriba mencionado, también influyó en la primera persona del plural, es decir, en vez de “nuestro/a/os/as” se prefiere “de nosotros/as”.

Con respecto al pronombre posesivo “suyo/a/os/as” con valores diferentes y para evitar confusiones se generalizó el uso “de él, /ella, de usted/ustedes, de ellos/ellas” para la tercera persona singular y plural.

Pronombres personales

Con la desaparición del vosotros quedó eliminado también el pronombre reflexivo “os”, de manera que en Hispanoamérica se dice: ustedes se lavan en vez de os laváis.

Conocido es el empleo de los pronombres personales del acusativo (la/las, lo/los) dándole preferencia al loísmo (lo/los) para el masculino singular y plural. Este último hecho se extendió también a España, dejando los pronombres le/les exclusivamente como indicadores del dativo masculino y femenino.

Lo que está muy extendido en Hispanoamérica es el uso del pronombre le dativo en singular en vez del plural les. Por ejemplo: Le dije a los niños que volvieran en vez de: Les dije a los niños que volvieran a casa.

Adverbios

Dentro de los adverbios de lugar hay dos regularmente usados que llevan a confusión entre los /las estudiantes, p.ej.: aquí y allí, ambos con el mismo significado se convierten en Hispanoamérica en acá y allá, p.ej.:

^ Acá está tu maleta, no allá.

Cuando llega a tener función de preposición en Hispanoamérica en su combinación con ciertos adjetivos. P.ej.: cuando joven (= de joven), cuando niño (= de niño) o cuando era joven/ niño, etc.

Una particularidad hispanoamericana muy generalizada es la transformación de algunos adjetivos en adverbios. Por ejemplo:

Los futbolistas jugaron lindo.

Los niños cantaron bonito.

En el caso del adverbio “medio” se suele hacer una concordancia con el adjetivo, de lo que resulta:

Los libros están medios rotos

en vez de: Los libros están medio rotos. (España).

Diminutivos:

El sufijo más conocido en Hispanoamérica es -ito/a, p.ej ahorita, todito, también aplicado a sustantivos. En México incluso se oye un doble diminutivo, p.ej.: ahoritita, toditito, etc.

En Colombia, sin emabrgo, se prefiere el sufijo -ico/a, p.ej.: En un ratico nos vemos.

Ponte los zapaticos que te regalaron.

Si bien, en España se conoce el diminutivo -ito para sustantivos no se emplea con adverbios o gerundios como en algunos países de América Central y México p.ej.: Ven rapidito.

Los aumentativos tienen el mismo valor afectivo tanto en España como en Hispanoamérica, dependiendo de la entonación de la voz.

Comparativos:

Para comparar, según la gramática española, usamos más que y si se trata de edad o tamaño usamos los comparativos irregulares mayor” y “menor”. Sin embargo, en Hispanoamérica para decir: Juan es mayor que Jorge (España).

dicen: Juan es más grande que Jorge.

y lo contrario: María es menor que Rosa (España).

María es más chica que Rosa.

Preposiciones

Hay ciertas variantes en el uso de las preposiciones. Las que saltan a la vista son:

a

por en

España:

Entro en el bar.

Hispanoamérica:

Entro al bar.




en/a

en lugar de por

España:

Trabaja por la mañana/por la tarde/ por la noche

Hispanoamérica:

Trabaja en/a la mañana/en/la tarde/ en/la noche




a

en lugar de de

España:

En casa tenemos una cocina de gas

Hispanoamérica:

En casa tenemos una cocina a gas




por

en lugar de a

España:

Gana cinco euros al día.

Hispanoamérica:

Gana cinco euros por día.




delante de

en lugar de ante

España:

Se detuvieron ante el cuadro de Velázquez

Hispanoamérica:

Se detuvieron delante del cuadro de Velázquez




debajo de

en lugar de bajo

España:

Se escondió bajo la mesa

Hispanoamérica:

Se escondió debajo de la mesa

La preposición que lleva a confusiones es hasta. En México se oye:

El doctor atiende hasta las doce.

Lo que en realidad se quiere decir es que: El doctor no atiende antes de las doce. En la primera oración un español entendería que el doctor sólo recibe a pacientes hasta las doce.

Concluyendo, como vemos, las diferencias no llevan a una disgregación de la lengua y en algunos casos como el “loísmo”, incluso se puede hablar de incorporación de variantes hispanoamericanas al español Peninsular.

Además de las diferencias mencionadas hay variantes regionales de las cuales he prescindido para no extenderme demasiado. Esperemos que las academias de los diferentes países mantengan la unidad del idioma y no abusen de la incorporación de neologismos lexicales y gramaticales para que podamos seguir comunicándonos en el futuro.

Notas:

1. Corominas, Joan, Diccionario etimológico de la lengua castellana, ed. Gredos, Madrid, 1980.

2. Diccionario panhispánico de dudas, ed. Santillana Ediciones Generales, Madrid, 2005, pag. 675

LITERATURA

1. Bueso Isabel/Moreno Nina, Diferencias de usos gramaticales entre español peninsular y español de América, editorial Edinumen, Madrid, 1999.

2. Corominas, Joan, Diccionario etimológico de la lengua castellana, ed. Gredos, Madrid, 1980.

3. Diccionario panhispánico de dudas, ed. Santillana Ediciones Generales, Madrid, 2005.

4. Repiso, Sigifredo, Los posesivos, Publicaciones del Colegio de España, Salamanca, 1990.

* * *

^ ЦАРЕВА Н.И. (МОСКВА, РОССИЯ)

НОВАТОРСКИЙ ХАРАКТЕР ЯЗЫКА ПРЕССЫ

N. TSAREVA (MOSCÚ, RUSIA)

CAPACIDAD INNOVADORA
DEL LENGUAJE PERIODÍSTICO

Los continuos cambios e innovación del mundo que nos rodea requieren términos que expresan nuevos conceptos tanto materiales como intelectuales. La lengua se ve obligada a incorporar un nuevo elemento léxico en su sistema bien mediante la creación de un nuevo término (neologismo formal), bien mediante la adopción o adaptación de una forma extranjera (préstamo) o bien mediante la aplicación significativa de dicho concepto a una forma ya existente (neologismo semántico).

El lenguaje periodístico se caracteriza por su aspiración a recoger lo nuevo que surge en la lengua común o en un lenguaje especializado para difundirlo. La expansión de muchos términos nuevos se debe a los periodistas. De modo que los medios de comunicación sirven de puente entre los lenguajes especializados y la lengua común. El lenguaje periódistico refleja la lengua de hoy, la lengua que circula por la calle. En él pueden aparecer palabras de moda que se van para siempre pero no dejan de ser testigos de su tiempo.

El lenguaje periodístico es un lenguaje público que tiene función social y comunicativa. Su capacidad innovadora contribuye permanentemente al enriquecimiento de la lengua. El influjo del lenguaje periodístico se puede comparar con el de la literatura en épocas pasadas.

Las causas de la introducción de los neologismos en el lenguaje periodístico son muy variadas, entre ellas las más importantes son la necesidad de designar nuevas realidades y la voluntad de estilo.

Los neologismos que designan nuevas realidades surgen en el lenguaje periodístico según lo exige la evolución de la sociedad, por eso es imposible separar el discurso periodístico de la historia del país. Este tipo de neologismos refleja los cambios políticos; sociales; culturales que tienen lugar en el país y en el mundo.

Es muy grande el papel que desempeñan los medios de comunicación en la creación y expansión de este tipo de neologismos. Pueden servir de ejemplo los neologismos con el elemento tele-. Aglunos de estos neologismos conservan el sentido “a distancia”, como teleconferencia, teletrabajo, telemedicina, telesalud, etc.

“El teletrabajo de los funcionarios podrá llegar al 40% de la jornada” El País, 13.03.2007.

“Asimismo, se apuesta por desarrollar la “receta electrónica”, la telemedicina como “apoyo a la atención rural sanitaria” o los sistemas de telesalud para la realización de pruebas médicas” El País, 12. 03. 2007.

En otros neologismos el elemento tele- es resultado del acortamiento de la televisión. Por ejemplo, telebasura, telecine, tele-diario, telespectadores, telenovela, telestrella.

“La telebasura devora a los niños” El País, 26.11.2007.

“Los telespectadores de Portugal eligen al dictador Salazar como la figura histórica más importante del país” El País, 26.03.2007.

Los neologismos con el elemento ciber- reflejan la nueva era de Internet: cibersociedad, ciberespacio, ciberdelito, ciberpolicía, cibersexo, cibercafé, etc.

“... crear “una ciberpolicía para controlar el ciberespacio” que acabe con la “impunidad” del “paraíso informático” El País, 27.07.2007.

“Desde diciembre de 2006, Eskander comenzó a escribir, desde su despacho o desde un cibercafé, el sufrimiento cotidiano de lo iraquíes con el ejemplo de las personas que le rodeaban” El País, 28.05.2007.

Para designar a los países que han adoptado el euro surgieron los neologismos con el elemento euro-: eurozona, eurogrupo, eurolandia.

“España será el tercer país de la eurozona con menor deuda pública en 2010” El País, 28.05.2007.

“Sarkozy arremete contra el BCE y el Eurogrupo” El País, 15.09.2007.

Los neologismos estilísticos surgen por el deseo de dar un carácter expresivo a nuevos términos. En el periódico conviven los distintos registros y estilos. Sin embargo, los neologismos estilísticos son bastante efímeros, rara vez pasan al vocabulario común pero tienen importancia porque caracterizan el periodismo en un determinado momento. Hay muchos métodos para conseguir este tipo de neologismos. Para captar la atención los periodistas a menudo recurren a la transgresión de las normas. Por ejemplo, en tales neologismos como aznaridad, zapateridad, zapatazo en los cuales los sufijos -dad y -azo se adjuntan a nombres propios, lo que no corresponde a la norma.

“La aznaridad reúne en Madrid a los amigos y lectores de Vázquez Montalbán” El Mundo, 25.11.2003.

“Zapatazo a Aznar y Rajoy” Periódico de Catalunya, 15.03.2004.

Otra transgresión consiste en introducir terminaciones ajenas al español, por ejemplo, la terminación anglosajona -ing que sirve sobre todo para denominar los nuevos deportes de riesgo: puénting (dejarse caer desde un puente, atado, al vacío), cañóning (descender a pie por un cauce de un río y y escalar sus despeñaderos), parascénding (ascenso y vuelo en paracaídas sujeto mediante cuerda o cable a una lancha), sillóning (el “deporte” favorito de los españoles: ver, tranquilamente sentado o tumbado, el deporte en televisión).

A veces, para llamar la atención se contravienen las normas ortográficas del español. Por ejemplo, las palabras okupa, okupación, okupante, okupar, kedada, kedarse.

“Barcelona, capital “okupa”. El movimiento okupa en Barcelona y su área metropolitana se encuentra en un gran momento de forma” El País, 09.12.2006.

Otro tipo de neologismos estilísticos son los archisílabos (palabras largas) que sirven para dar al discurso una apariencia más culta, científica, grandilocuente. Tales neologismos proceden de los contactos del lenguaje periodístico con el mundo administrativo y político. Como resultado de esta tendencia de estirar las palabras surgen tales neologismos como señalización (en vez de señal), contrastación (contraste), vinculación (vínculo), argumentación (argumento), criminalidad (crimen), conflictividad (conflicto), accesibilidad (acceso), honorabilidad (honor).

“Fallos de señalización y problemas de seguridad retrasan la apertura del metro ligero de Oeste” El País, 04. 07.2007.

“... la calidad de los experimentos, el análisis en profundidad, la contrastación de los resultados, la investigación fundamental es similar en cualquier campo” El País, 18.07.2007.

“A los dirigentes islámicos este requisito les parece injusto, “de muy difícil argumentación” El País, 27.03.2007.

“Deberán ... tener consejeros con honorabilidad y experiencia” El País, 05.07.2007.

El uso de diminutivos y acortamientos permite dar al discurso más expresividad, humor e ironía. Los neologismos de este tipo surgen en el lenguaje periodístico gracias al influjo del lenguaje coloquial. Los sufijos -ito, -illo crean tales neologismos como problemita, protagonistitas, dinerillo, hilillos.

“Hay mucha gente que no se va a ganar la vida con la fotografía, pero que está consiguiendo hacer algún dinerillo con una afición, que muchas veces les gusta más que su propio trabajo” El País, 28.11.2006.

“No quiero ser un predicador, pero cuando intento sacar hilillos de esta madeja y desarrollar narraciones a partir de eso, quiero que sean narraciones subversivas” El País, 10.01.2006.

Los acortamientos dan al lenluaje periodístico un matiz natural, desenfadado. Sirven de ejemplo de este tipo de neologismos tales palabras como poli (policía), cole (colegio), peli (película), progre (progresista), depre (depresión), tranqui (tranquilo).

“Eso que ha dicho Acebes es otra de sus mentiras... tranqui, eso no pasaría pero la pregunta es muy inteligente – un abrazo” El País, 31.10.2006.

“Al “cole” en verano” El País, 08.08.2007.

“Ahora el viejo poli trabaja en comisaría de Nou de la Rambla” El País, 05.02.2007.

En algunos casos los neologismos en el lenguaje periodístico nacen del empleo cómico de los tecnicismos, por ejemplo, en tales palabras como telemadre, telepadre, telehijos. En estas palabras el elemento tele- adquiere el sentido de “para llevar”.

“El elemento básico en la web de Telemadre es el foro, en él se anuncian tanto las telemadres como los telehijos explicando lo que busca y ofrece cada uno de ellos” El País, 02.09.2004.

“Un caso atípico es el de Juan Carlos Acebo, que ejerce desde hace dos años de telepadre en el País Vasco” El País, 23.12.2003.

También poseen un carácter irónico la mayoría de los cruces léxicos, tales como: democradura (dictadura con aspecto de democracia), optipesimista (optimista y pesimista a la vez), aznarato (mandato de José María Aznar), felipato (mandato de Felipe González), Zapaterato (mandato de Luis Rodríguez Zapatero).

“El modelo de “democradura” (similar a una dictablanda) es un modelo político entre la dictadura y la democracia” La Razón, 24.08.2007.

“- ¿Se ha planteado la posibilidad de hacer una “Historia” de los últimos 30 años? – Claro, la veremos dentro de poco: se llamarán los 3 tomos “Felipato”, “Aznarato” y “Zapaterato” El País, 14.12.2006.

El efecto acústico también puede producir neologismos estilísticos. Sirven de ejemplo de este tipo de neologismos las palabras formados por el sufijo –azo, que además de su efecto acústico tiene el valor semántico relacionado con lo grande, lo fuerte, etc. Así surgen los neologismos tarifazo, ajustazo, decretazo, etc.

“La comisaria de la Sociedad de Información, Viviane Reding, ha advertido a las operadoras de teléfonos móviles que pueden sufrir un nuevo “tarifazo” El País, 25.08.2007.

“Antes de nacer, el ajustazo ya cosechaba ayer marchas de protestas en las calles y universidades de todo el país” El Mundo, 20.03.2001.

Además de la necesidad de designar nuevas realidades y la voluntad estilística hay otras causas de la aparición de los neologismos en el lenguaje periodístico, por ejemplo, el contagio sociocontextual. El rasgo importante de la lengua de los medios de comunicación es el traslado de un léxico específíco a otros campos léxicos. Desde este punto de vista puede servir de ejemplo el influjo del léxico deportivo en el lenguaje periodístico. Así se introdujeron en el lenguaje periodístico tales expresiones del léxico deportivo como pistoletazo de salida, política de ataque, política de defensa, ampliar el campo de juego, batir el récord, etc.

“España volvió a batir un récord de entarada de turistas en 2006, con un incremento del 4%, según adelantó el Secretario de Estado de Comercio y Turismo, Pedro Mejía” El País, 13.01.2007.

“...promoviendo a la vez iniciativas legales que contibuyeran a desmontar sus privilegios o por lo menos a ampliar de forma efectiva el campo de juego...” El Mundo, 13.12.2002.

El eufemismo es un ejemplo más del traslado léxico de un campo a otro. Sirve para evitar la designación más clara y directa. Por ejemplo, el terrorismo nace muchos eufemismos tratando de ocultar de esta manera ideas y acciones que no tienen justificación. Así se emplea flexibilidad laboral (por facilidad de despido), limpieza étnica (por exterminio), operación de limpieza (por aplastamiento militar), daños colaterales (por víctimas civiles), violentos (por terroristas), grupo legal (por grupo terrorista).

“Los remató a ambos y apuntó a la chica. Lo profesional era eliminarla. Era lo que los militares denominaban eufemísticamente “daño colateral” La Razón, 18.12.2001.

“...en la lucha antiterrorista hay cosas que debe uno tener muy claras. Y una de ellas es no anticipar nada que pueda beneficiar a los violentos” El País, 14.01.2007.

Otra causa del nacimiento de los neologismos en el lenguaje periodístico es la ignorancia y el error. Por los medios de comunicación circulan muchos sentidos impropios que despúes de usarse mucho ya no parecen extraños. La mayoría de estos errores procede de calcos semánticos de la lengua inglesa. Así se emplea finalizar (por acabar, terminar), veracidad (por credibilidad), replicar (por repetir), sensible (por secreto, privado), audiencia (por auditorio, público).

“El ministro fiscal ha acusado hoy al ex agente del centro Nacional de Inteligencia (CNI) Roberto Flórez García, de 42 años, de un delito de traición por vender información sensible a los servicios secretos de un país extranjero, concretamente a Rusia” El País, 24.07.2007.

“Si combinamos estas cifras con las de la audiencia en internet puede afirmarse sin ninguna duda que El Mundo y elmundo.es son ya el diario con más lectores de España” El Mundo, 04.10.2006.

Los neologismos también pueden surgir como resultado de un error ortográfico. El caso más común de tales errores es el olvido de duplicar la consonante erre después de un prefijo terminado en vocal. Así surgen tales neologismos como antiruido, bioregión, microregión, ultrarasista,ultraresistente, ultrareligioso, etc.

“Un loco ultranacionalista o ultrareligioso da un nombre y dice la palabra fuego, y al instante un ejercito de locos ultranacionalistas o ultrareligiosos cargan sus pistolas” El Mundo, 05.02.2007.

“...las medidas correctoras ambientales dictadas por el Gobierno vasco, como instalación de una pantalla antiruido de tres metros de altura...” El País, 08.03.2007.

El descuido o el desconocimiento del significado de las palabras lleva a la generación de términos redundantes. La redundancia en la expresión implica un defecto de demasía, en que se usan ideas o palabras inútiles. Los medios de comunicación producen numerosas redundancias, lo que es muy censurable en el lenguaje periodístico porque la economía lingüística debe ser una de sus normas. Los ejemplos de redundancias son tales expresiones como lapso de tiempo, años de edad, mi opinión personal, nueva iniciativa, planes futuros, iglesia cristiana, sinagoga judía, completamente desnudo, gratis total, etc.

“Sacotte comentó estos planes futuros durante la presentación el pasado jueves del primer vínculo de carga ATV...” El País, 30.06.2007.

“Estos efectos se van a ir produciendo. Lo que no sabemos es en que lapso de tiempo” El País, 25.01.2007.

“...es el autor de una campaña contra la anorexia que muestra una mujer de extrema delgadez completamente desnuda” El País, 24.09.2007.

“Era una cita de un texto medieval que no refleja mi opinión personal” El País, 17.09.2006.

El lenguaje periodístico genera constantemente un sin fin de neologismos. Un periodista responsable los inventa para dar más claridad y fuerza expresiva a su discurso. Unos de los neologismos llegan a institucionalizarse otros desaparecen, pero todos son testigos de su tiempo y nos permiten tomarle el pulso al español actual.

LITERATURA

1. Diccionario de la lengua española, vigésima segunda edición. Real Academia Española, 2001.

2. Moliner, María. Diccionario de uso del español, 1999.

3. Виноградов В.С. Лексикология испанского языка. – М.: Высшая школа, 2003.

4. Guerrero Ramos, Gloria. Neologismos en el español actual. – Madrid: Arco Libros, 1995.

5. Romero Gualda, M.ª Victoria. El español en los medios de comunicación. – Madrid: Arco Libros, 2000.

^ ШЕМИНОВА Н.В. (ВОРОНЕЖ, РОССИЯ)

АНТРОПОНИМИЧЕСКАЯ МЕТАФОРА
В ЯЗЫКЕ ПРЕССЫ


N. SHEMINOVA (VORONEZH, RUSIA)

METÁFORA ANTROPONÍMICA